Coraje y Espíritu PDF
Inspirada por el Espíritu Santo, emprendí mi viaje a España, donde vivía el médico que había descubierto el diagnóstico de mi hijo. Este médico había estado en Quito, Ecuador, para asistir a un congreso de médicos nefrólogos. Había examinado a mi hijo y estaba seguro de que su problema estaba en el riñón, pero en Quito carecían de la maquinaria precisa para detectar su afección. Partí de mi ciudad...

Bianckah Castle - Coraje y Espíritu

Coraje y Espíritu

Mi viaje a la victoria

Bianckah Castle

Google Play

Publicado por
StreetLib eBooks

Idioma
español
Formato
epub
Cargado

Descripción

Inspirada por el Espíritu Santo, emprendí mi viaje a España, donde vivía el médico que había descubierto el diagnóstico de mi hijo. Este médico había estado en Quito, Ecuador, para asistir a un congreso de médicos nefrólogos. Había examinado a mi hijo y estaba seguro de que su problema estaba en el riñón, pero en Quito carecían de la maquinaria precisa para detectar su afección. Partí de mi ciudad llena de tristeza y esperanza a la vez, dejando a mi familia, pero con la fe de que mi hijo se salvaría.Desafortunadamente, no pude llegar a España, ya que durante el vuelo mi hijo empeoró y estaba ardiendo en fiebre. Temblando, yacía en mis brazos como un agonizante. A pesar de la ayuda de emergencia en el avión, todo parecía imposible. Había solicitado una visa de tránsito en Nueva York para proveerme de ropa de invierno y continuar mi viaje a España tres días después, donde el médico lo esperaba para una cirugía. Sin embargo, las circunstancias nos obligaron a quedarnos en Nueva York. En el trayecto del viaje, parecía que mi hijo iba a morir.Al llegar a Nueva York, una ambulancia esperaba a mi hijo para ser trasladado de urgencia al Queens General Hospital. Con emergencia, mi hijo fue ingresado en cuidados intensivos. En un momento, lo vi como un crucificado, con su rostro amarillento, parecía que iba a morir. Después de tres días, le pregunté al médico especializado a cargo si podía continuar el viaje a España. Rotundamente me dijo: "No puede salir de aquí; si fuera a España, moriría".Yo iba a la derecha, pero Dios iba a la izquierda. Mis planes no eran los de Dios, ya que Dios está en todas partes y realiza prodigios y maravillas en su tiempo. Dios quiso utilizar a un excelente médico para sanar a mi hijo y salvarlo de la muerte. También quiso probarme, como se prueba el oro en el horno del sufrimiento. Cuando me caía, me levantaba, Él me levantaba con ímpetu y me daba la fuerza para seguir luchando como una guerrera. Cuando lloraba, Él me consolaba y me fortalecía, y luego curaba mis heridas y me liberaba de la tristeza en un suspiro. Después, me llenaba de alegría, dándome coraje y valor para resistir y caminar por la vía dolorosa de mi vida sin rendirme. Luchando contra viento y marea, su energía me levantaba fuerte y sin rendirme hasta ganar la batalla y ver su sonrisa de Dios en mi victoria.

Si sigue navegando por nuestra web, acepta que usemos cookies, las Condiciones del servicio y la Política de privacidad.